7 trucos geniales para guardar adornos navideños (sin perder el espíritu navideño)
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¡Jo, jo ...
Tenemos algunas soluciones de almacenamiento tan ingeniosas que hasta Papá Noel se sorprendería. ¡Así que coge una taza de chocolate (o un bastoncillo de caramelo que te haya sobrado) y sumerjámonos en el maravilloso mundo de la organización posnavideña!
Antes de empezar a meter adornos en cajas como si estuvieras jugando al Tetris, saca a relucir a tu Marie Kondo interior. Sostén cada objeto y pregúntate: "¿Esto me da alegría... o solo ocupa espacio?". Si esa nariz de reno que se ilumina no ha visto la luz del día desde 2010, tal vez sea hora de deshacerte de ella. Recuerda, ¡ordenar es bueno para el alma (y para tu espacio de almacenamiento)!
Deshazte de esas frágiles cajas de cartón que han pasado más días festivos que tu tía abuela Edna. Invierte en contenedores de plástico transparentes y resistentes que puedan soportar el paso del tiempo (y cualquier posible inundación del sótano). Piensa en ellos como si fueran un condominio de lujo para tus decoraciones: ¡se lo merecen después de haberte dado tanta alegría!
Saca a relucir tu bibliotecario interior y etiqueta esos contenedores como si tu vida dependiera de ello. El próximo diciembre, cuando no estés jugando al juego de adivinar "¿Qué hay en esta caja?", estarás eternamente agradecido. Sé creativo con tu sistema de etiquetado: "El taller de Papá Noel", "Los juegos de los renos" o "La ciudad de las estrellas" son mucho más divertidos que los aburridos y viejos "adornos".
Trata tus frágiles adornos como los preciosos copos de nieve que son. Envuélvelos en papel de seda o plástico de burbujas con la ternura de un padre que arropa a su hijo. Para darle un toque ecológico, usa calcetines viejos como fundas para adornos: ¡es como un suéter de invierno para tus adornos!
Tu árbol artificial merece algo mejor que meterlo sin contemplaciones en una bolsa de basura. Invierte en una bolsa o caja para guardar árboles: ¡es como un saco de dormir para tu árbol! Antes de desmontarlo, haz una foto de tu árbol completamente decorado. Te servirá como referencia útil el año que viene (y como un bonito recordatorio durante esos meses sin árboles).
No hay nada que describa mejor el "estrés de las vacaciones" que un enredo de luces. Evítalo envolviendo las luces en un trozo de cartón o en un carrete especial para guardar luces . Es como darles a tus luces su propia sesión de yoga privada: ¡saldrán el año que viene sin estrés y listas para brillar!
Elige un lugar de almacenamiento que sea fresco, seco y alejado de la luz solar directa. Piensa en él como si fuera una casa de vacaciones para tus adornos: ¡también necesitan un descanso de los focos de atención! Evita los sótanos húmedos o los áticos abrasadores, a menos que quieras que tu figura de Papá Noel se broncee todo el año.
¡Ahí lo tienen, héroes de las fiestas! Con estos consejos, sus adornos estarán más organizados que la lista de los buenos y los malos de Papá Noel. Recuerden que el almacenamiento adecuado no se trata solo de conservación, sino de hacer que el proceso de decoración del año que viene sea más sencillo que las astas de un reno. Así que despídanse de sus adornos con cariño, sabiendo que estarán cómodos y listos para su gran regreso la próxima temporada navideña.